Europa fue en su día sinónimo de hegemonía. Quienes vivieron en estas tierras hasta el Siglo XIX formaban parte de una civilización que gobernaba el mundo. El peor enemigo de Europa, después de los propios europeos -siempre enfrascados en guerras estériles que la desangran y empobrecen-, ha sido Estados Unidos.
Podría decirse que Estados Unidos es la bestia antieuropea que los propios conflictos entre paisanos crearon. Desde la rebelión contra la corona británica, bien abastecidos por España y Francia, Estados Unidos ha estado presente en todos los grandes fracasos europeos, esperando siempre sacar tajada. Si alguien aún lo duda y quiere una buena prueba del papel que jugó la paternidad francesa en la independencia de las colonias británicas sírvase del ostentoso regalo que fue la Estatua de la Libertad de Nueva York por el centenario de la Declaración de Independencia en 1776. Todo un símbolo de amistad - contra Inglaterra-.
Aún así, nuestros desagradecidos amigos, convertirán al viejo continente en lo que los británicos hicieron con la India: un mercado cautivo para comerciar, absolutamente desarbolado de toda industria autóctona e incapaz de valerse por sí mismo.
Ejemplo de esta realidad son las dos grandes guerras mundiales, en ambas Europa ha sido asolada y destruida mientras Estados Unidos, conflicto tras conflicto, ha logrado mejorar su lugar en el tablero global hasta convertirse en la mayor potencia económica, financiera, tecnológica y militar que la Humanidad haya conocido.
Todo empezó con la Doctrina Monroe que bloqueó a la frágil España y le impidió recuperar las colonias en América tras su insurrección. El capítulo más reciente del libro de la hegemonía de EE.UU. es la guerra en Ucrania. Un conflicto que no interesa ni a ucranianos ni a rusos y que tampoco beneficia a los europeos, que teníamos una relación fantástica con Rusia hasta 2014. Gracias a nuestra sintonía habíamos conseguido energía barata para abastecer a los países industriales centroeuropeos, con Alemania a la cabeza, para poder competir en la era de la globalización y mantener nuestros elevados estándares de vida.
Estados Unidos ha vuelto a ganar enfrentando a las potencias europeas entre sí en una guerra innecesaria y cruel que destruirá en el próximo lustro la industria en Alemania, Holanda, Chequía, Austria… y, en el proceso, acabará con la fortaleza del euro. Con un euro débil, una jugada maestra, el dólar exportará la inflación estadounidense a Europa. Los ciudadanos europeos “pagaremos” los ingentes planes de gasto e inversiones para relocalizar las empresas que se fueron a China desde los años 90 sin que podamos hacer nada para evitarlo.
Maravilloso.
Hasta pronto,
Va de Baggers
Muy buen artículo, muy de acuerdo! Me gustaría aprovechar este mensaje para pedirte un favor: podrías preparar una análisis detallado de 480? Me encantaría poder conocer tu opinión sobre los resultados que acaban de publicar, así como tu visión a futuro de esta empresa (*personalmente soy accionista y la considero con mucho potencial, pero me gustaría ver cómo la ves!). Muchas gracias de antemano!